Madre de Los Estudiantes,
Esperanza de Oviedo, ayer tus lágrimas eran las nuestras, pero mi fe inquebrantable
por ti María no me hace desfallecer. La lluvia, el viento, las nueves y todas
las inclemencias jamás nos podrán detener porque tú eres nuestra luz, nuestro
sol, nuestro lucero del alba que nos llena de paz y de amor, por eso aguardamos
pacientes a que puedas salir gloriosa por las calles de tu ciudad y que todo
Oviedo pueda decir, ahí va María la madre de Dios, la Madre de Los Estudiantes,
nuestra Esperanza de Oviedo.
Costalero mírala con orgullo pues
tú serás los pies de la Esperanza de Oviedo.
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