Esperanza de Oviedo,
Divina Madre nuestra
que desde Cielo nos proteges,
y nos cuidas con amor.
La Virgen es nuestra Madre, por voluntad expresa del Señor, pues Él nos la entregó, cuando estaba en la Cruz, con estas palabras: "Jesús, viendo a su Madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dice al discípulo: He ahí a tu Madre" (Juan 19,26-27).
Desde entonces Juan la tomó por Madre y con él nosotros, los cristianos de todos los tiempos. Por eso tenemos una madre en la tierra y otra en el cielo. La maternidad espiritual de María es la relación más sublime de la Vírgen con nosotros; por esa relación somos sus hijos y, por Ella, nos sentimos protegidos y amparados.
¡Feliz día de la Madre!
Texto: Cima
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