La belleza de la Esperanza de Oviedo es algo incuestionable, su mirada, el sentimiento de su rostro... por todo esto vamos a poner a continuación la entrevista que le hizo Ángel Fidalgo a su escultor José Miguel Tirao Carpio, para el diario La Nueva España:
José Miguel Tirao Carpio ante la Esperanza de Oviedo. |
Su autor, Tirao Carpio, asegura que al mirar a los ojos de la Virgen «transmite su sentimiento de tristeza». «Lo más difícil para hacer la cara de una Virgen como esta de Nuestra Señora de la Esperanza siempre es encontrar dulzura, expresividad y función religiosa».
José Miguel Tirao Carpio, imaginero jiennense y autor del último paso de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Misericordia, Nuestro Padre de la Sentencia, María Santísima de la Esperanza y San Francisco Javier, popularmente conocida como la de «Los Estudiantes», no se quiso perder la bendición de su última obra el sábado pasado en la iglesia de la Tenderina.
Junto a ella reflexionó sobre el difícil arte de la imaginería, sobre todo, cuando se trata, como en este caso, del de María Santísima de la Esperanza. «Buscar el sentimiento sin mostrar dolor es realmente muy difícil; pero el afán de superación y de encontrar siempre algo nuevo es determinante para ver una imagen antes de crearla. Entonces todo es más fácil».
Aunque tiene casi sesenta vírgenes procesionando por toda España, el imaginero puntualiza que casi ninguna se parece. «Todas se notan que son del mismo escultor, porque tienen mi sello y mi impronta, pero cada una está hecha en un momento muy especial, que es el que sale del alma».
José Miguel Tirao asegura que se esfuerza, hasta llegar al sufrimiento, para que cada una de las imágenes sea única. De la de Nuestra Señora de la Esperanza destaca que «el ovalo facial, todo lo que es el rostro, suave y dulce sin nada que sobresalga, especialmente los labios». Con todo ello buscó que «al mirarla a los ojos transmita su sentimiento de tristeza, y sinceramente creo que lo conseguí».
No fue tarea fácil, ya que el proceso de creación se prolongó durante unos tres meses. «Algunas veces», advierte el autor, «es necesario parar y esperar a que llegue de nuevo la inspiración; la imagen es la que te lo dice».
«Creo que logré hacer una obra que cuando la gente la mira se encuentra con la imagen que todo devoto ansiaba descubrir». Además, este imaginario fue también el creador del Santísimo Cristo de la Misericordia, otro de los pasos de la cofradía de «Los Estudiantes».
José Miguel Tirao Carpio, imaginero jiennense y autor del último paso de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Misericordia, Nuestro Padre de la Sentencia, María Santísima de la Esperanza y San Francisco Javier, popularmente conocida como la de «Los Estudiantes», no se quiso perder la bendición de su última obra el sábado pasado en la iglesia de la Tenderina.
Junto a ella reflexionó sobre el difícil arte de la imaginería, sobre todo, cuando se trata, como en este caso, del de María Santísima de la Esperanza. «Buscar el sentimiento sin mostrar dolor es realmente muy difícil; pero el afán de superación y de encontrar siempre algo nuevo es determinante para ver una imagen antes de crearla. Entonces todo es más fácil».
Aunque tiene casi sesenta vírgenes procesionando por toda España, el imaginero puntualiza que casi ninguna se parece. «Todas se notan que son del mismo escultor, porque tienen mi sello y mi impronta, pero cada una está hecha en un momento muy especial, que es el que sale del alma».
José Miguel Tirao asegura que se esfuerza, hasta llegar al sufrimiento, para que cada una de las imágenes sea única. De la de Nuestra Señora de la Esperanza destaca que «el ovalo facial, todo lo que es el rostro, suave y dulce sin nada que sobresalga, especialmente los labios». Con todo ello buscó que «al mirarla a los ojos transmita su sentimiento de tristeza, y sinceramente creo que lo conseguí».
No fue tarea fácil, ya que el proceso de creación se prolongó durante unos tres meses. «Algunas veces», advierte el autor, «es necesario parar y esperar a que llegue de nuevo la inspiración; la imagen es la que te lo dice».
«Creo que logré hacer una obra que cuando la gente la mira se encuentra con la imagen que todo devoto ansiaba descubrir». Además, este imaginario fue también el creador del Santísimo Cristo de la Misericordia, otro de los pasos de la cofradía de «Los Estudiantes».
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