La Esperanza de Oviedo, nos bendice desde su Capilla de San Francisco de Asís, bellamente ataviada de Inmaculada Concepción, con motivo de esta solemnidad tan importante que se celebra al inicio del Adviento.
El prioste y vestidor de Los Estudiantes, Ígor Freijoo González, se ha inspirado para la realización de esta indumentaria en los famosos cuadros de la Inmaculada Concepción, pintados por los artistas del barroco Murillo y Tiepolo.
El prioste y vestidor de Los Estudiantes, Ígor Freijoo González, se ha inspirado para la realización de esta indumentaria en los famosos cuadros de la Inmaculada Concepción, pintados por los artistas del barroco Murillo y Tiepolo.
El Papa Francisco en la Plaza de España de Roma el 8 de diciembre de 2014 (Revista Ecclesia) |
Como ya hicieran Pablo VI, San Juan Pablo II, Benedicto XVI, el Papa Francisco rezado y rendido un homenaje a Santa María, con motivo de la Festividad de la Inmaculada Concepción en la Plaza de España de Roma, donde hay un momento dedicado a Ella. Para finalizar dejamos la bella oración del Papa Francisco que dedicó a María Inmaculada:
Oh María, Madre nuestra,
Hoy el pueblo de Dios en fiesta
te venera Inmaculada,
preservada desde siempre del contagio del pecado. Acoge el homenaje que te ofrezco
en nombre de la Iglesia que está en Roma
y en el mundo entero.
Saber que Tú, que eres nuestra Madre, estás totalmente liberada del pecado
nos da gran consuelo.
Saber que sobre ti el mal no tiene poder,
nos llena de esperanza y de fortaleza
en la lucha diaria que debemos realizar en contra de las amenazas del maligno.
Pero en esta lucha no estamos solos, no somos huérfanos,
porque Jesús, antes de morir en la cruz,
nos ha dado a Ti como Madre.
Nosotros, por lo tanto, a pesar de ser pecadores, somos tus hijos, hijos de la Inmaculada,
llamada a aquella santidad que en Ti resplandece
para gracia de Dios desde el inicio.
Animados de esta esperanza,
nosotros hoy invocamos tu materna protección para nosotros, para nuestras familias,
para esta Ciudad, para el mundo entero.
Que el poder del amor de Dios,
que te ha preservado del pecado original,
por tu intercesión, libere a la humanidad de toda esclavitud espiritual y material,
y haga vencer, en los corazones y en los eventos, el plan de salvación de Dios.
Haz que también en nosotros, tus hijos, la gracia prevalezca sobre el orgullo
y podamos llegar a ser misericordiosos
como es misericordioso nuestro Padre celestial.
En este tiempo que nos conduce
a la fiesta de la Natividad de Jesús,
enséñanos a andar a contracorriente:
despojarnos, a abajarnos, a donarnos, a escuchar, a hacer silencio,
a descentrarnos de nosotros mismos,
para dejar espacio a la belleza de Dios, fuente de la verdadera alegría.
¡Oh Madre nuestra Inmaculada, reza por nosotros!
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